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18ago21
Defensa (España) incluye fuerzas de élite en los aviones ante "las difíciles condiciones de evacuación" de Afganistán
No se trata de una misión al uso. Los ojos del mundo están puestos en Kabul, en el imparable avance talibán, que ya se ha hecho con las estructuras de poder y con el control de la capital. Occidente abandona Afganistán en una estampida frenética y redobla sus esfuerzos por sacar a los suyos en unas mínimas condiciones de seguridad. Propósito complicado, a tenor de las imágenes que llegan desde el aeródromo. El Ministerio de Defensa español es consciente de ello y por eso ha incluido en sus dos aviones A400M enviados a Dubái a sendos batallones de élite, compuesto por miembros del Ejército del Aire acostumbrados a proteger los aviones y su tripulación en los escenarios más complejos.
Por motivos de seguridad aún no han traslucido los detalles del operativo que el Gobierno gestiona para evacuar al personal diplomático, a los ciudadanos que permanecían en Afganistán -seis, según los últimos informes- y al personal afgano que trabajó al servicio de España. Por el momento ha enviado dos aviones A400M del Ejército del Aire, que ya han partido desde Zaragoza rumbo a Dubái. El primero lo hizo en la noche del lunes; el segundo, pese a estar anunciado a las 9 de la mañana de este martes, lo hizo en torno a las cinco.
Todavía se mantiene la incógnita sobre cómo gestionará España la evacuación de Afganistán. Otros países aliados aterrizan estos días con mayores o menores dificultades en Kabul para sacar a su personal. El aeropuerto es, más que nunca, una pequeña ciudad concentrada en un espacio conciso, que vive en ebullición y cuya actividad discurre de forma paralela a la del resto de la ciudad.
En las últimas jornadas y particularmente el lunes apenas había control sobre las pistas, con una multitud que se agolpaba por subir a los aviones, aun si estos estaban en marcha. Se desconoce por el momento si los aviones españoles finalmente aterrizarán sobre Kabul o si, por el contrario, aguardarán en Dubái a que otro país aliado evacúe al personal para su posterior repatriación a España.
En cualquier caso, los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa admiten las "difíciles condiciones de la evacuación" en Afganistán. Así lo señalaron portavoces oficiales de ambos departamentos en un comunicado. En respuesta a esa dificultad se ha incluido en los dos A400M una fuerza del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA). El Ejército del Aire los define como una "unidad de élite" que se ha desempeñado en algunos de los lugares más complicados y peligrosos del mundo. También en Afganistán.
Sus miembros, alrededor de 300, protegen mediante sus equipos de escolta a las aeronaves militares de transporte y a sus tripulaciones "cuando éstas operan en áreas de riesgo por todo el mundo". Entre otros, en Mali, República Centroafricana, Irak o el propio Afganistán. Escenarios de conflicto donde las condiciones de aterrizaje o despegue no siempre han sido las más favorables, ya sea en términos de seguridad -fuerzas terroristas o criminales- o meteorológicos. Su próxima misión será, por tanto, ofrecer escolta a todo el personal español evacuado de Kabul.
Junto a ellos viajan miembros de otra unidad especializada, el batallón de Cooperación Cívico Militar (CIMIC) del Regimiento de Operaciones de Información número 1 del Ejército de Tierra, con base en Valencia. Sus efectivos están instruidos para tratar con personal civil en zona de operaciones, cada vez más frecuente en las misiones que actualmente desempeñan las Fuerzas Armadas. La evacuación de personal civil de Afganistán requerirá el empleo de sus habilidades. La fuerza militar movilizada por Defensa la completan los pilotos de los dos A400M, pilotos del Ala 31 del Ejército del Aire.
El plan para Afganistán
Los dos aviones cubrirán "la primera fase de repatriación del personal de la embajada, de los españoles que quedan en Afganistán, así como de todos aquellos afganos y sus familias que durante años han colaborado con nuestro país", señalan Defensa y Exteriores en su comunicado conjunto. Según ha sabido Vozpópuli, tropas estadounidenses han colaborado en el traslado hasta el aeropuerto de Kabul del personal diplomático español y de los agentes de la Policía Nacional que protegían la legación.
La gran incógnita se centra ahora en los intérpretes y en los trabajadores afganos. Los talibán han desplegado una fuerza en el exterior del aeródromo e impiden la entrada a toda persona nacida en Afganistán. "Dicen que no nos podemos ir", señala uno de ellos en conversación con este diario. "No sabemos qué va a ocurrir, esperamos en casa a que España nos dé una solución para poder salir de aquí".
Las autoridades españolas insisten en que "no vamos a dejar a nadie atrás". Las estimaciones que se manejan pasan por la evacuación de unas 500 personas, si bien aún quedan algunos flecos por cerrar, sobre todo aquellos detalles relacionados con los familiares de los trabajadores afganos. Las autoridades españolas les han remitido en las últimas jornadas un mensaje donde les piden los nombres de su "cónyuge, descendientes y ascendientes directos y dependientes de usted, además de sus hermanas no casadas" que quieran incorporarse al plan de evacuación. Otros países, como Reino Unido o Alemania, admiten la dificultad de sacar de Afganistán a todo el personal, si bien manejan cifras de rescate muy superiores a las españolas.
[Fuente: Vozpópuli, Madrid, 18ago21]
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